Estoy inmensamente agradecida al proceso de terapia que pude realizar con Maricel durante dos años. Me ha ayudado a comprender lo que sentía, a elaborar todo lo que había vivido especialmente estos últimos años y sobre todo he comprendido por qué tenía tanta ansiedad y como podía abordarla para vivir más “ligera”. ¡Gracias por esta maravillosa experiencia!

Nos resultó realmente dificil encontrar un terapeuta y un tipo de terapia en el que nuestro adolescente se sintiera en confianza. La terapia con arte ha ayudado a nuestro hijo a elaborar lo que sentía y aprender modos de expresión de sus sentimientos menos depresivos.

Ha sido un regalo para mi encontrarme con Maricel. Yo venia de probar varias terapias, pero aunque creo que realmente me comprometía con cada una, con ninguna me había estado tan confiada y respetada. Ha sido un «trabajo» largo, pero creo que gracias a la terapia, ahora me siento más integrada. En mi vida he hecho cambios personales muy significativos, he tenido que tomar decisiones importantes y en todo momento, la terapia me ha sostenido y acompañado. Gracias.

Nunca antes había oído hablar de Arteterapia, me fié porque me lo recomendó una amiga muy querida. Llegué arrastrando una depresión de varios años y aunque Maricel nunca te dice qué tienes que hacer, supo ayudarme a volver a ser yo misma.

Sin duda ninguna, cambió mi vida. La combinación de la expresión artística con la expresión verbal me ayudo a explorar cosas de mi mismo que nunca había ni pensado. Me sentí profundamente escuchado y comprendido. 

Muchas gracias por haberme ayudado a llegar donde estoy ahora. Llegué a arteterapia con la intención de crecer y conocerme más a mi misma para poder enfocarme mejor, tanto en lo profesional como en mi pareja. En las sesiones recibí escucha, aceptación y compasión.

Estoy muy contento de haber hecho arteterapia. Llegué a su espacio después de una separación y otros problemas personales. Estaba realmente deprimido, fumaba bastante y comía más de lo necesario. Me sentía vacío y muy triste. Mi trabajo, que siempre me había gustado, perdió todo sentido. Creí que realmente el resto de mi vida sería así. Empecé a tomar pastillas para dormir y cada semana que pasaba me dolía más la espalda por mi inactividad.Nunca antes había pintado, ni dibujado ni… nada parecido. En cambio el arte fue la vía por la que, gracias al acompañamiento de Maricel, pude empezar a expresar, sin pensar mucho…Aún no he terminado la terapia, pero mi vida ya ha dado un giro importante.

El taller con técnicas de Arteterpia que impartió a nuestro equipo Maricel Monté fué genial!! Disfrutamos mucho del proceso creativo y realmente consiguió los objetivo que nos habíamos marcado que eran una mayor cohesión y capacidad de comunicación entre nosotros, Ya tenemos ganas de repetir!

Nunca había sido consiente de la relación entre como me había criado mi padre y el padre que yo era ahora con mis hijos. Al descubrirlo, comprendí los bloqueos que me impedían ser el padre que yo deseaba ser y no la copia de algunas dinámicas aprendidas en mi familia. Este cambio generó una gran mejora en mi relación con mis dos hijos adolescentes.

Soy bailarina profesional y últimamente, al tener que enfrentarme al escenario sentía mucha angustia, lo que en nuestro sector llamamos «pánico escénico». En un primer momento aprendí algunas técnicas sencillas para poder seguir actuando. Pero a la vez, de manera paulatina Maricel me ayudó a entender cual había sido el núcleo, la escena de mi vida que había detonado esta reacción física y psicológica. Con las imágenes pudimos desplazar la ansiedad del nudo que oprimía el pecho, a un punto del cuerpo que fuera centro de fuerza y empuje.Ha sido un proceso precioso!

Una palabra define el proceso que hemos hecho durante un año: alivio. Las imágenes y los diálogos que teníamos me ayudaron a comprender y afrontar las dificultades por las que estaba pasando.

Seguramente si no hubiera estado recomendada no se me hubiera ocurrido recurrir a arteterapia. Estábamos pasando un momento muy difícil como familia, mi marido y yo estábamos muy confusos, nos sentíamos muy culpables. En poco tiempo pudimos ver como «afrontar» la situación, para poder avanzar y convertir una crisis en una oportunidad.